EDIFICIO ENCARNACIÓN
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Cuando en la década de los cuarenta es demolida la Capilla del Monasterio de la Encarnación, este se convierte en leyenda al desaparecer el último vestigio que daba cuenta de su antigua grandeza. Sobre el terreno se levantaron entonces diversas edificaciones, entre ellas el Edificio Encarnación, construido el año 1947 por encargo de la Compañía de Seguros Italia.

Proyectado desde un inicio como local de oficinas en alquiler, el Encarnación se hizo célebre en la década del cincuenta por albergar en su sótano al cabaret Embassy, escenario privilegiado de la vida nocturna limeña, animada por la Tongolele, Betty di Roma y otras legendarias bailarinas de los días del mambo. Pasada la fiebre, el Embassy fue decayendo paulatinamente en las décadas siguientes, al ritmo del desprestigio del Centro de Lima como espacio de diversión, hasta convertirse en los noventa en un sórdido local de strip tease con cabinas tragamonedas.

Como puede verse, el Encarnación conserva apenas el nombre del Monasterio de monjas agustinas que durante cuatro siglos tuvo su fachada principal exactamente en el lugar donde hoy se encuentra el edificio. Es pertinente recordar que este conjunto monumental de arquitectura religiosa construido hacia 1561, en línea recta respecto a la ubicación de la Catedral de Lima, fue el primer convento de monjas que se estableció en la capital. Su importancia, además, está subrayada por el hecho de que aquí funcionara, en una pequeña plazoleta, una de las tres fuentes que dotaron de agua a los primeros limeños.

El Edificio Encarnación cuenta con un ingreso principal por el jirón Apurimac, número 224, y otro secundario en la esquina con Carabaya. Tiene también una entrada vehicular por el Jirón Contumazá que conduce al estacionamiento subterráneo y al mencionado sótano, donde en la actualidad funciona una discoteca. El ingreso principal se hace a través de un hall de doble altura, donde se encuentran los ascensores y el salón de escaleras que distribuye la circulación a los pisos superiores. Un colorido vitral que representa a Atlas cargando el mundo sobre sus hombros preside aquel interior, herencia de una conocida compañía aseguradora de ese nombre que tuvo allí sus oficinas.

El estilo neo colonial de la obra se evidencia en las arquerías del primer nivel, en los trabajados relieves de las cornisas, en la abigarrada ornamentación del tratamiento de las esquinas, donde se ubican las puertas principales, así como en los balcones, que tienen un lugar destacado en el conjunto. Pero también está presente en las columnas corintias adosadas a las paredes, destacando la gran volumetría de sus puertas de ingreso labradas en bronce. Una serie de pináculos coronan los balcones y le conceden un acabado ecléctico, muy acorde con el estilo predominante en todo el conjunto monumental.

Bibliografía

-Waissman, Rebeca. ?Lima y sus misterios?. En Caretas. Lima, 17 de enero de 2008. p. 44-47.

-Lima, la Ciudad de los Virreyes. Guía de Lima, 1928. 

-?La calle Encarnación debe su nombre al Monasterio en que se construyó ese lugar?. En El Comercio, 16 de agosto de 1965. p. 5.

-Bromley, Juan. Las viejas calles de Lima. Municipalidad Metropolitana de Lima, 2005.

-Prieto de Zegarra, Judith. ?Una monja en la Independencia?. En Ultima Hora, 27 de julio de 1978. p.11

-Gaceta nº 26. Publicación del Instituto Nacional de Cultura (INC). Enero de 2007. Lima, Perú. 

-Municipalidad Metropolitana de Lima. Plaza San Martín. Dirección General de Comunicación Social, Relaciones Públicas y Protocolo. Lima, 1997.